El maestro de almas, Irene Nemirovski

Ayer terminé este delicioso libro, del que os dejo referencia cumplida de la web de la propia editorial (http://www.salamandra.info/fitxa.php?titol=585).

Elogiada y admirada por su destreza para crear personajes verosímiles, de rasgos profundamente humanos, Irène Némirovsky da prueba una vez más de una incisiva caracterización psicológica en esta novela sobre el desarraigo y la azarosa búsqueda de reconocimiento social.

El maestro de almas fue publicada por entregas en el semanario Gringoire entre mayo y agosto de 1939, apenas tres años antes de la desaparición de la autora, y reeditada en forma de libro por primera vez en el año 2006.

Sinopsis.
Dario Asfar, un joven médico originario de Crimea, llega a Niza acompañado de su mujer y de su hijo recién nacido. Atormentado por las deudas, Dario lucha desesperadamente por conseguir una clientela, pero su origen levantino sólo inspira desconfianza y rechazo. La precaria situación de su familia lo empuja entonces a emprender el único camino que se le ofrece para escapar de la miseria: aprovechándose del creciente auge del psicoanálisis, Dario se transforma en terapeuta improvisado, una suerte de charlatán dispuesto a ofrecer a los ricos burgueses el sosiego del alma y la felicidad que tanto anhelan. Sin embargo, el éxito y la fortuna tan ansiados tendrán para él consecuencias insospechadas.
El trazo ligero de Némirovsky describe con implacable lucidez la figura del advenedizo en el París de los años treinta, donde poderosos señores y elegantes mujeres de mundo conviven con una corte de vividores, menesterosos y canallas que pululan por la ciudad, conformando un mundo de mil caras fascinantes.

Mi opinión: es interesantísimo. Como todos los rusos (y rusas) examina el alma con una precisión milimétrica. No sé qué les han dado a esta gente para penetrar así en lo más íntimo del ser humano.

La novela es una maravilla y cuenta, en mi opinión, cómo comienza el declive moral de una persona cuando carece de límites inmateriales.

Curiosamente aborda la misma temática que Larsson en "Los hombres que no amaban las mujeres". Diría que Asfar y Blomkvist (perdón si me equivoco) son idénticos. Aunque el origen humilde de Asfar sea muy distinto del sueco. Pero en ambos casos se nos muestra un mismo hombre maduro, que ha alcanzado sus metas de éxito, que carece de escrúpulos y moral. En definitiva, como dice Nemirovski en un momento dado en boca de Asfar, son hombres maduros y, por tanto, cínicos.

Me encanta esa idea que identifica la madurez (la independencia intelectual) con el cinismo. Será porque lo veo cada día en cientos de personas pagadas de sí mismas.

Un diferencia brutal entre Nemirovski y Larsson: ella es una persona moral, él es un cínico como su personaje. El ejemplo de Asfar es realista, pero criticado. El ejemplo de Blomkvist es, por el contrario, exaltado como un modelo de la modernidad.

Ya sabéis que soy un antiguo, y me quedo con la moral Nemirovski.

Ah, datos interesantes: tiene 224 páginas que se leen en un suspiro (con diálogos muy bien hilvanados) y en una edición comodísima, amplia. Y sólo cuesta 15 leuros.